En la huerta de Lleida se recogen los caracoles típicos que son denominados "bobers" que se tendrán como mínimo 15 días de ayuno, para luego cocinarlos a la manera descrita.
Para ello, se cogerá una llauna de metal con asaderas para poderla coger, y en su base la cubriremos de sal gruesa, encima iremos colocando los caracoles con el orificio hacia arriba y los alinearemos bien unos con otros para que así no se muevan al momento de asarlos. Realizaremos un fuego adiente a esta plancha en su totalidad e iremos salando por encima los caracoles para que así con el efecto del calor y la sal saquen las babas de su interior. Los regamos con un buen aceite y es entonces cuando el caracol empieza a cocinarse. Luego les añadimos un poco de pimienta en polvo, y oiremos como los caracoles silvan y es debido a la perdida de agua por el calor y esta es la señal inequívoca que nos indica que estos gasterópodos están casi al punto. Al finalizar algún cocinero los flamea con un poco de brandy o güisqui al gusto. Se acompañan con un buen all i oli.
La salsa all i oli.
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